EE.UU. está revisando sus relaciones diplomáticas con El Salvador después de que el país centroamericano haya roto sus nexos con Taiwán para establecer nuevas relaciones con China.
«En todo el mundo, los gobiernos se están dando cuenta del hecho de que los incentivos económicos de China provocan la dependencia económica y la dominación, no la asociación», añadió Sanders, quien reiteró que Estados Unidos continuará «oponiéndose» a la «interferencia política» china en el Hemisferio Occidental.
«La Casa Blanca se pronunció sobre la decisión del Gobierno de El Salvador, tomada meses antes de terminar su gestión, sobre Taiwán y China, lo que tendrá consecuencias por décadas», publicó la embajadora de EE.UU. en El Salvador en sus redes sociales.
Según ha trascendido en medios de comunicación de Taiwán, el no aceptar contribuir con lo solicitado por El Salvador, fue que la causa por la cual el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén decidió romper las relaciones diplomáticas con el gobierno taiwanés y abrirlas con China Popular.
El Gobierno estadounidense advirtió también que los países que buscan establecer o expandir relaciones con China con el fin de atraer inversiones estatales que estimulen el crecimiento económico y el desarrollo de infraestructura a corto plazo pueden verse decepcionados con el tiempo.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lu Kang, dijo el viernes que la decisión de El Salvador de adherirse al «principio de una sola China» era «correcta, apropiada y legítima».
El Salvador se ha unido así a una tendencia iniciada por otros países que han decidido estrechar lazos con China en detrimento de Taiwán, como República Dominicana, que lo hizo en mayo pasado, Panamá en junio de 2017, y Santo Tomé y Príncipe, en diciembre de 2016.