Con el magro resultado, el nivel de actividad acumuló su tercera baja consecutiva, confirmando el escenario recesivo de la economía argentina.
La actividad económica cayó un 1,3% en junio de 2018 respecto de mayo y un 6,7% en la comparación interanual.
El desplome es el mayor en la era de Mauricio Macri y se compara recién con el descenso del 6,8% en julio de 2009, ante el impacto de la crisis de Estados Unidos que había comenzado el año previo.
Si se observa la evolución de los distintos rubros, sin dudas la sequía pegó muy fuerte, ya que en junio el rubro agropecuario registró una caída interanual del 31%.
La actividad económica se desplomó 6,7 por ciento en junio comparada con igual período de 2017.
En su último Estimador Mensual de la Actividad Económica, que sirve como anticipo de la medición del producto interior bruto (PIB), el organismo informó que en junio la economía del país se contrajo un 1,3 % con respecto a mayo.
En contraposición, los sectores que repuntaron fueron «actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler», «intermediación financiera» y «explotación de minas y canteras», señaló el ente oficial.
El retroceso en agricultura, comercio e industria explica el 88% del resultado negativo del mes, aunque sólo el sector del campo tuvo más de la mitad de incidencia en la caída.