Ahora, el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Bernard Giudicelli, asegura que el atuendo no será aceptado.
«Creo que a veces hemos llegado muy lejos». A su vez, Williams explicó que su traje, muy ceñido y de una sola pieza que cubre prácticamente todo el cuerpo, le ayuda a mejorar la circulación sanguínea tras un parto donde estuvo cerca de morir, tal y como confesó la tenista de 36 años.
En una entrevista para la edición número 500 de la revista Tennis Magazine, Giudicelli sostuvo que dicho vestuario «ya no será aceptado», pues «hay que respetar el juego y el lugar».
«Puedes sacar al superhéroe de su disfraz, pero nunca puedes quitarle su superpoder», publicó la multinacional americana en su cuenta de Twitter junto a una fotografía de la ganadora de 23 Grand Slams. Es importante ser uno mismo, libre. «Además, les recuerdo que mi ropa tiene una función curativa».
Williams estrenó ese traje en el Abierto de Francia este año, unos meses después de que naciera su hija, y fue diseñado para prevenir coágulos de sangre, ya que la tenista tuvo complicaciones durante su embarazo y durante el postparto.
El presidente de la FFT afirmó no querer llegar a un código de vestir tan estricto como el que se emplea en Wimbledon, en el que el blanco es obligatorio hasta en la ropa interior, pero sí quiere instaurar «ciertos límites». «Todo comenzó con una embolia pulmonar, tuve que pasar las primeras seis semanas de mi maternidad en la cama, casi muero después de dar a luz», explicaba.