El ministro de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, acudió a Ginebra para presentar el informe de su Gobierno sobre la situación de los derechos humanos en la Isla.
Rodríguez también denunció las campañas político-mediáticas contra Cuba, «que tergiversan nuestra realidad; buscan desacreditar al país y omitir los indiscutibles logros en materia de derechos humanos».
La organización del exilio cubano citó una rueda de prensa para apreciar la llamada Evaluación Periódica Universal de los Derechos Humanos, un procedimiento al que se someten periódicamente todos los Estados miembros de la ONU y que en esta oportunidad le tocó a Cuba.
Representantes de América Latina, El Caribe, África, Centroamérica, Asia y Europa resaltaron los aportes positivos de Cuba a los DDHH, durante el Tercer Ciclo del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos (CDH), que sesiona en Ginebra (Suiza, oeste).
El canciller cubano calificó de lamentable que algunos países continúen manipulando la cuestión de los derechos humanos con fines políticos para justificar el cambio de régimen y el bloqueo estadounidense vigente por casi seis décadas.
Previo a la intervención del canciller cubano, la opositora Rosa María Payá, hija del disidente cubano fallecido en 2012 Oswaldo Payá, manifestó que Cuba «se burla» del Consejo de Derechos Humanos y que el informe presentado a esta instancia a nombre de organizaciones no gubernamentales es «ficticio».
Solo hay un lugar del territorio donde se practica la tortura y hay prisioneros sin garantías legales, jurídicas ni humanitarias, y es en la base naval que contra la voluntad del pueblo y gobierno cubanos mantiene Estados Unidos en una porción de la provincia de Guantánamo. Es de destacar, que en la región Cuba es el único país que cumplió los objetivos globales de Educación para Todos (2000-2015).
Según reporta la Secretaría de la Comisión de Derechos Humanos en su cuenta de Twitter, los países recomendaron a Cuba tomar medidas concretas para detener de inmediato la detención arbitraria, el encarcelamiento y el acoso de activistas, así como para garantizar la independencia judicial. Además también ignoran que a principios de mes el presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó un ataque contra los medios que, según dijo, le dan una cobertura negativa y amenazó con la posibilidad de retirar acreditaciones de prensa.