Por su parte, la economía española experimentó en el segundo trimestre del año un crecimiento trimestral del 0,6%, una décima menos que en los tres meses anteriores, mientras que en términos interanuales la expansión fue del 2,7%, manteniendo así el mayor ritmo de crecimiento entre las grandes economías de la zona euro.
Según las estimaciones de Eurostat, el crecimiento de este trimestre fue especialmente pronunciado en Europa del Este, con países como Rumanía (1,4%), Eslovaquia (1%), Polonia (0,9%), Hungría (0,9%), Lituania (0,9%), Letonia (0,8%) y Bulgaria (0,8%) en cabeza.
Otro de los aspectos destacables, según los registros del Dane, es el impulso que vuelve a consolidar sectores claves como la industria y el comercio, cuyo producto interno reportó variación de 3,66 por ciento y 3,61 por ciento respectivamente, tras dos años duros en materia de producción y ventas, pero que en el 2018 comenzaron a comportarse mejor. (Le puede interesar Economía colombiana se expandió 2,8% en el segundo trimestre de 2018).
La producción mensual de Alemania cayó un 0,6 por ciento en junio después de un crecimiento del 2,4 por ciento en mayo, dijo Eurostat. No obstante, sectores como la construcción y la explotación de minas siguen afectando la recuperación de la economía. La actividad de extracción de petróleo crudo y gas aumentó en 0,9%. Las cifras definitivas del PIB para el segundo trimestre de 2018 se darán a conocer el próximo día 24.
Las actividades con un crecimiento significativo fueron: actividades profesionales, científicas y técnicas en 6,2%, administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria, educación, actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales en 5,6%, agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca 4,1%, mientras que la construcción presentó un decrecimiento de 5,8%. «Dentro de estas últimas, solo el rubro agropecuario tiene buenas cifras para mostrar», argumentó. En cambio, restó al resultado la rama de construcción (-7,6 %), mientras que destacó el agro, que tuvo dinamismo del 5,9 %, explicado por el café.
Asimismo, según la Junta, se mantiene el proceso de creación de empleo y aumento de la productividad de la economía andaluza.
La caída de la producción se debió principalmente a una caída del 2,9 por ciento en la producción de bienes de capital, como maquinaria, en una señal de que las empresas podrían estar preparándose para una ralentización del crecimiento en los próximos meses.