La misión de la sonda es intentar estudiar el comportamiento del sol y las razones de las altas temperaturas. Volará a través los bordes de la corona del sol, como se conoce a su atmósfera externa.
«Todo lo que puedo decir es: ‘Wow, allá vamos'».
En los 7 años que tiene previsto durar la misión, la nave espacial hará 24 órbitas alrededor del Sol, y en cada aproximación a la estrella, tomará muestras del viento solar, estudiará la corona solar y proporcionará imágenes sin precedentes.
«Parker Solar Probe nos ayudará a hacer un trabajo mejor al predecir cuándo ocurrirá una perturbación de los vientos solares que podría afectar la Tierra», dijo Justin Kasper, uno de los científicos del proyecto y profesor de la Universidad de Michigan. Una velocidad que equivale a viajar entre Nueva York y Tokio en un minuto y que permitirá a la sonda alcanzar el Sol en noviembre.
La nave, que sería la primera en acercarse al sol, está protegida por un escudo compuesto de carbono que está diseñada para aguanta una temperatura de hasta 1.400 grados centígrados.
Por segunda noche consecutiva, miles de espectadores se congregaron en el lugar del lanzamiento, en Cabo Cañaveral, Florida , y en las localidades cercanas, incluyendo Parker y su familia. «Por el momento, la sonda va bien», confirmó. Estoy seguro de que habrá sorpresas. Sin embargo, la cuenta atrás se paró hasta en dos ocasiones debido a un problema técnico en el sistema de helio gaseoso que no se pudo arreglar dentro de la ventana de lanzamiento, así que decidieron aplazar el despegue del cohete hasta el día siguiente.
El cohete Delta IV Heavy despegó antes del amanecer, emocionando a los miles de espectadores que, desde kilómetros de distancia, pudieron ver como se elevaba en un cielo claro lleno de estrellas.
Los científicos llevan buscando respuestas a estas cuestiones desde hace más de 60 años, pero hasta ahora los avances en ingeniería térmica no habían permitido enviar una sonda para soportar temperaturas de 1.377 ºC.