Según la agencia espacial, el dispositivo viajará a través de la atmósfera de la mayor estrella de nuestro sistema, a una distancia «siete veces más cercana» que cualquier otra nave que lo haya hecho anteriormente.
La sonda espacial compacta y autónoma alcanzará una órbita que pasará tan cerca como 6.16 millones de kilómetros del sol en 2024.
La nave está protegida por un escudo compuesto de carbono de una docena de centímetros de espesor que debe proteger los instrumentos científicos que ella transporta de una temperatura de casi 1.400 grados centígrados.
Parker Solar Probe, que despegará en un cohete Delta IV desde el centro espacial Kennedy en Florida, usará la gravedad de Venus durante siete sobrevuelos durante casi siete años para acercar gradualmente su órbita al Sol.
La cuenta atrás del lanzamiento del sábado se detuvo con solo un minuto, 55 segundos restantes, manteniendo el cohete Delta IV (cuatro) en Cabo Cañaveral, Florida, con la sonda solar Parker.
La NASA recuerda que Parker teorizó una explicación para la temperatura extremadamente elevada de la corona solar, que a diferencia de lo que se espera, es más caliente que la superficie del Sol a pesar de ser la capa más externa de la atmósfera. La sonda navegara por la atmósfera del Sol y según la NASA, va a acercarse a la superficie del astro-rey como nunca antes una sonda hizo, permitiendo obtener las observaciones más cercanas a una estrella.
«El Sol está lleno de misterios», comentó Nicky Fox, miembro del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins y científico responsable de la misión.
En su último acercamiento, en 2025, la Sonda Solar Parker se encontrará a unos seis millones de km de la superficie del Sol, tan cerca que volará a través de la corona.
«Parker Solar Probe nos ayudará a hacer un trabajo mejor al predecir cuándo ocurrirá una perturbación de los vientos solares que podría afectar la Tierra», dijo Justin Kasper, uno de los científicos del proyecto y profesor de la Universidad de Michigan.
Como una señal del interés puesto en esta misión, Parker es la única nave de la NASA que lleva el nombre de un científico aún vivo, el famoso astrofísico Eugene Parker, que ahora tiene 91 años.
«El Sol para transmitir su energía lo hace a través del viento solar, que es un flujo de partículas cargadas emitidas desde la corona solar», afirmó Pérez.
Los promotores de esta misión consideran que revolucionará la comprensión de nuestra estrella, cuyas condiciones cambiantes se propagan al resto del sistema solar, afectando también a la Tierra.
Estas explosiones crean eventos de clima espacial que pueden bombardear a la Tierra con partículas de alta energía, poniendo en peligro a los astronautas, interfiriendo con los GPS y con los satélites de comunicaciones y, en el peor de los casos, interrumpiendo nuestra red de energía. Estoy seguro de que habrá algunas sorpresas.
En su viaje de poco menos de 7 años, la sonda solar completará 24 órbitas del Sol.